Fundada en la ciudad de Buenos Aires, Argentina en 1917,
Bonafide,
se alza como una marca con más de un siglo de historia que ha sabido evolucionar del clásico expendio de café y chocolates, a un formato moderno de cafetería con identidad propia. Sus locales combinan tradición, cálida estética y una carta pensada para un público amplio y exigente: desde quienes buscan su café diario, hasta aquellos que disfrutan de
una pausa con algo dulce, como reza el slogan en uno de sus muros.
Visitamos la sucursal de Vitacura, uno de los 18 locales que están presentes en distintas ciudades del país donde fuimos recibidos por
Patricio Cruz, gerente de operaciones de Bonafide y nos dejamos tentar por un amplio listado de elaboraciones, que van desde las
clásicas medialunas, hasta elaborados bebestibles con granos recién molidos por los baristas y tentadores platos para almorzar.
La vitrina principal de este espacio atrapa de manera inmediata, con una surtida variedad de productos fabricados por la marca, uno más apetitoso que el anterior. Ordenada en tres niveles, cada dulce con su respectivo nombre, además de una moderna máquina para preparar café y distintas variedades de chocolates en pequeños formatos.
Comenzamos nuestra experiencia con un exquisito
café americano, un mocaccino y un mix de bollería con distinto tipo de delicias argentinas, como mendocinos, alfajores y volcán de chocolate. Frescura, suavidad y dulzor en su justa medida.
Otra de las opciones que te recomiendo, sin lugar a dudas, son los denominados
"Caprichos Irresistibles", donde encontrarás medialunas con o sin manjar, vigilantes, churros, cinnamon roll glaseado, brownie de chocolate, palmeras, bretzel con crema o las famosas y apetecidas facturas argentinas. Productos perfectamente horneados.
En cuanto a las novedades en
Bonafide, destacamos lo que definen como
“Comida para el Corazón”, que incluyen exquisitos platos para la hora de almuerzo y una atractiva oferta que transita entre la clásica Milanesa Napolitana, Quiche con Ensalada, Salmón con Quínoa, Pollo a las Finas Hierbas y Lasaña de Verduras o Boloñesa.
En resumen,
Bonafide es una de esas cafeterías que inspiran confianza y nostalgia. Su aroma a café recién molido, las vitrinas colmadas de tentadoras opciones dulces y otras saladas, el ambiente acogedor, siguen siendo su carta de presentación. No pretende ser más que un refugio cotidiano, abierto a todo tipo de público, un lugar donde uno se sienta sin apuro y puede disfrutar de un espresso, mientras se trabaja o se conversa.
En Chile, desde 2007, la marca se ha consolidado como un punto intermedio entre lo artesanal y lo comercial.
Su estética cuidada más el respaldo de la empresa Carozzi,
le han permitido mantener presencia estable y constante modernización en cada una de sus tiendas.
Texto:
Álvaro Bustos B.
Fotos:
@lamediafoto
